La Fundación del Patrimonio, compuesta por las cajas de la región, ha decidido recomponer la armonía y sonoridad del histórico instrumento, considerado uno de los mejores órganos catedralicios del país, de la categoría de los de Salamanca y Toledo, construidos por los mismos organeros y músicos: la familia Echevarría que, no en vano, era la encargada del mantenimiento de los órganos de la Corte real durante el siglo XVIII.
Restaurar el ejemplar musical segoviano, del barroco incipiente, supondrá cerca de 400.000 euros y dará trabajo durante un periodo aproximado de dos años a once profesionales de diversa cualificación en un taller artesanal de organería.
Sólo la restauración del mueble que aloja el órgano –cuyas tallas de policromía requieren un tratamiento especial- implicará a otros veintitrés profesionales durante ocho meses.
Los trabajos de restauración parten de una investigación detallada sobre la obra que construyó Pedro de Liborna Echevarría a mediados del siglo XVIII y que fue reformada por su nieto, en 1799.
Según los expertos, el funcionamiento de este órgano ahora resulta muy deficiente porque los secretos han perdido estanqueidad y el estado general de la tubería hace necesaria una profunda restauración. Los patronos de la Fundación del Patrimonio así como los miembros del Cabildo catedralicio muestran su optimismo frente al éxito de la restauración, ya que se cuenta con la ventaja de conservar todo el material original inalterado y la Fundación cuenta con un estudio exhaustivo del documental histórico y analítico del órgano.
Los trabajos comprenderán la clasificación de la tubería, la limpieza y restauración de tubos, fuelles, mecánica de notas, teclado, secreto y, nuevamente, el montado de nuevo en la Catedral, donde quedará afinado y armonizado para volver a sonar en 2012.